
Diez compromisos de amor entre los esposos
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alegría, en la adversidad y en el dolor, en salud y en enfermedad, en pobreza y en prosperidad"
En la voluntad creadora de Dios, varón y mujer han sido creados para ser mutua ayuda y compañía.
Cada uno está llamado a ser para el otro, la persona con quien pueda contar siempre en las necesidades, la primera persona a quien habrá de llamar para compartir las penas y las alegrías.

Esta mutua ayuda se pone en evidencia especialmente en los momentos de necesidad extrema.
El anhelo profundo de los que se casan es el de tener compañía en las buenas y en las malas.
Un apoyo incondicional en un momento crítico, muchas veces
solo puede proporcionarlo el cónyuge.
Un detalle sorpresivo, inesperado, del cónyuge, puede alegrar el día o la semana, puede renovar las fuerzas decaídas por las dificultades o los imprevistos.
Una palabra de cariño puede ser la mejor ayuda en algún momento de abatimiento o preocupación.
Una caricia, tomar la mano del cónyuge cuando está sufriendo