de la anatomía y la psicofisiología humana.
La sexualidad y la fidelidad son dos aspectos complementarios en la vida matrimonial, no son excluyentes ni opuestos.
Constituyen, juntos, los pilares fundamentales de la entrega total y el desarrollo del respeto y la confianza mutua entre los esposos.
La fidelidad incluye la sexualidad, la afectividad y la esfera intelectual. El amor las teje armónicamente y las fortalece con los detalles del día a día.
El compromiso de amor de centrarse en el cónyuge surge de manera espontánea. No es algo forzado, ni impuesto, porque nace del sentimiento sincero, transparente y profundo de los esposos.
Se refleja en un estilo de vida coherente, estable, satisfactorio y enriquecedor. Esto requiere la
intervención simultánea y coordinada de la inteligencia y la voluntad, como apoyos importantes en la toma de decisiones en estos aspectos.
3. FORMAR UNA UNIÓN ECONÓMICA.
Los esposos entran a compartir también los aspectos materiales como reflejo natural de su unión integral. El amor supera los condicionamientos, egoísmos y manipulaciones que usualmente acompañan el manejo del dinero y los bienes materiales.
La unidad matrimonial se refleja